Psicología corporal & Yoga

El cuerpo manifiesta continuamente numerosos conflictos emocionales que cada uno de nosotros llevamos dentro. Muchas de las posturas de yoga que más nos cuestan, en especial por comprometer la parte posterior de las piernas, suelen ser aquellas en las que hay una flexión hacia delante.

Gran parte de esa tensión viene por el acortamiento de los músculos implicados en las posturas que mantenemos durante mucho tiempo en nuestro día a día cómo es pasar largas jornadas laborales sentados en una silla. Sin embargo, también hay una parte importante en la carga emocional que llevamos y que se acaba reflejando a través de nuestro cuerpo. Hay numerosas teorías que sostienen que la parte posterior representa nuestro pasado y que ese dolor que sentimos en esos puntos es por no ser capaces de dejar ir esos recuerdos o vivencias del pasado que nos están limitando y que sostenerlos nos está impidiendo avanzar.

El yoga nos ayuda a llevar a cabo esa relación entre el cuerpo físico y la mente. El cuerpo habla y trata de expresar lo que nuestra mente quizás no sea capaz de expresar con palabras. Aunque queramos ocultar una emoción es inevitable que se acabe mostrando a través del lenguaje corporal.

Lo que nos afecta a nivel emocional tiene su reflejo en el aspecto físico. A través del lenguaje corporal podemos:

  • Entender que nos dice nuestro cuerpo. Qué está pasando a nivel emocional y como poder ser capaces de verlo.
  • Expresarnos a través de él. Gracias al lenguaje corporal tenemos la oportunidad de “decir” lo que no somos capaces de decir con las palabras.

Podemos trabajar en ambos sentidos. Intentando poner foco en la observación y la escucha activa de nuestro cuerpo y además trabajar la movilidad consciente, la fluidez y la expresión corporal buscando en ello un nuevo lenguaje que complementa el resto de lenguajes que usamos.

Con la práctica de yoga ahondamos en descubrir esos bloqueos emocionales y lograr progresivamente disolverlos para que la energía pueda llegar a fluir libremente. Esta forma de entender la práctica de yoga está muy ligada a la Terapia Gestalt donde además de trabajar los aspectos emocionales se incluyen factores como el desarrollo del potencial humano entendiéndolo como un proceso integrante dónde encontrar la armonía entre todas las partes que nos conforman.

Yoga es justo eso, poder desarrollar con las asana unas habilidades corporales que nos faciliten el desbloqueo de emociones y acaban favoreciendo la confianza y la autoestima. Me gusta la frase de “Bailamos como vivimos” ya que no deja de ser un espejo de nuestro yo más interno.

Hoy nos centraremos en el grupo muscular de los Isquiotibiales (semi-tendinoso, semi-membranoso y bíceps femoral) por ser probablemente una de las grandes batallas lidiadas por todos los que nos subimos encima de la esterilla a practicar.

Ejercicios para fortalecer y estirar tus isquiotibiales -?Javier ...

Hay muchos mitos en el mundo del yoga en relación con la flexibilidad y en este punto creo que la clave es preguntarse a uno mismo el “para qué“. Para qué quieres ser más flexible…, para qué quieres llegar a tocar con las rodillas con la frente o subirte la pierna a la cabeza?.

Cada uno debemos de hacernos a pregunta siempre que veamos que estamos avanzando en una nueva dirección. Nosotras personalmente también lidiamos diariamente con esos pensamientos, pensamientos que nunca desaparecen pero es bueno observarlos para ir entendiéndonos un poquito más.

Ser más o menos flexible quizás se deba a otros factores que estamos pasando por alto como por ejemplo el tejido conectivo (fascias) y que sin darnos cuenta, sea ese el punto que nos está generando tensión o dolor y debamos trabajar por ejemplo la liberación miofascial con masajes que vayan trabajando esos tejidos que nos están comprometiendo.

Quizás también deberíamos revisar la alineación de las posturas. Cómo colocamos las rodillas o dejamos caer el peso sobre los pies. Analizar cada postura como si estuviésemos diseccionando algo es clave para entender la complejidad de las posturas y como, con ajustes tan sutiles como desplazar el peso del cuerpo hacia los metatarsos, puedas ayudar a liberar esa tensión.

Por último, aunque sé que somos las primeras que abogamos por el uso de props, es buen momento para poner en duda su versatilidad ya que en casos concretos no todo sirve para lo mismo. Igual que usar bloques o mantas nos puede ayudar a alargar la columna, si queremos extender la parte posterior de las piernas podría ser mejor prescindir de ellos y llevar el cuerpo en otra dirección.

Quizás esa elasticidad tan deseada tenga más relación con nuestra flexibilidad mental de lo que nos pensábamos.